sábado, 14 de junio de 2025

Una cochera para la línea de la derecha del Ensanche.

 Hace algún tiempo, concretamente en setiembre de 2017, nos propusimos realizar una serie dedicada a la cochera del Tranvía de Barcelona, Ensanche y Gracia. Por diversos motivos lo hemos ido postergando,  ahora tras la publicación por parte del Archivo Histórico Administrativo de Barcelona de varios expedientes referidos a esta instalación,  creemos que ya es tiempo de volver a ello.

Los años de la tracción animal.

Las primeras noticias de la línea de Ensanche y Gracia las recogemos en la Imprenta de 18 de mayo de 1874: Parece que el señor don José Cougnene ha solicitado autorización para la construcción de un tram-vía que partiendo de la plaza de Santa Ana de esta capital, termine en la de la Fraternidad de la villa de Gracia.

El 11 de mayo de 1876 se publicó en el Diario de Barcelona la solicitud presentada por el maestro de obras Jaime Amat para un tranvía entre las plazas del Beato Oriol y Tetuán. El 17 de julio de 1879, una real orden aprueba ambas concesiones que se fusionan en una sociedad, según gaceta del Diario de Barcelona del 9 de agosto del mismo año.

El 1º de abril de 1880 se escrituró la sociedad anónima del Tranvía de Barcelona, Ensanche y Gracia, con la obra ya muy avanzada y en ella encontramos una primera descripción de la cuadra estación que la compañía construiría para el servicio de la línea.

El solar que ocuparía la cochera queda así descrito:   Porción de terreno de 14 solares para edificar, que forman una manzana que mide por la parte de la calle de Méndez Núñez 405 palmos 50 céntimos (78.81 m), por la de Cabanes 217 palmos 75 céntimos (42.32 m), por la del Torrente de las Flores 409 palmos (79,50 m), y por la de San Luis 218 palmos 35 céntimos (42,44 m), componiendo dichas extensiones lineales una superficie aproximada de 88.780 palmos 50 céntimos, equivalentes a 3.347 metros 68 centímetros cuadrados. Se halla situada dicha porción de terreno en las cuatro referidas calles de la villa de Gracia, distrito tercero municipal, partido judicial de las Afueras de esta ciudad; y linda de por junto formando una sola finca Oriente con la calle Torrente de las Flores a Mediodía con la de Cabanes; a Poniente con la de Méndez Núñez, y al Norte con la de San Luis. (....)

Prosigue el texto con una descripción de la utilidad de la construcción: Una estación, que se construye en el terreno precedentemente descrito, comprendiendo dos cuadras capaces para 140 mulos, depósito para carruajes, almacenes de varios efectos, talleces de pintura, cerrajería, carpintería con los útiles y herramientas necesarias, una giratoria, depósito para los granos; enfermería, botiquín, laboratorio, habitaciones para el Director, sala de juntas y otras dependencias, agua y la extensión de vía que sea necesaria para el buen servicio interior.

A continuación pasa a un breve inventario de propiedades de la sociedad:

—E. Siete mil metros de vía, de los cuales hay ya 3.000 metros de concluida, comprendidos aquellos desde la plaza de Santa Ana, con una sola vía hasta la plaza de Junqueras, y con doble vía desde este punto hasta la plaza de Rovira o de la Fraternidad en la villa de Gracia.

—F. Catorce coches para transporte de pasajeros en dicho tranvía con las correspondientes piezas de recambio.

—G. Cincuenta y dos mulas jóvenes para el tiro de los coches y su relevo.

—H. Uniformes para los conductores y cocheros, mesas, libros, sillas, instrumentos, planos y demás útiles de oficina. ,

—L. Material de reserva comprendiendo 200 metros de rails vignole con los accesorios necesarios, inclusas las traviesas.

—J. Dos millones de billetes para los pasajeros, y en general todo lo que sea necesario y útil para llevar a cabo una perfecta explotación.

El permiso para la construcción de la estación fue concedido el 8 de marzo de 1880, según gaceta del Diario de Barcelona. La obra ya estaba iniciada desde febrero, así el mismo diario, con fecha de 14 de agosto, inserta un anuncio de subscripción de obligaciones e indicando su inauguración aquel mismo día. Al día siguiente, La Publicidad hacía una extensa crónica de la inauguración en la que destacamos: Los trabajos de construcción del tranvía de Barcelona a la plaza Rovira de Gracia, comenzados el 19 de febrero del corriente año y terminados en 31 de julio último, tuvieron ayer colmada recompensa para la empresa que con tal celeridad ha sabido llevarlos a cabo.

El Proyecto de Claudio Rogés
En el permiso de obra de la estación solicitado en mayo de 1880 por Antonio Puig se indica que la dirección facultativa de la obra estaba a cargo del ingeniero Claudio Rogés quien luego sería inspector de obras y mantenimiento de carreteras provinciales de la Diputación de Barcelona. 

La cochera en sus inicios tenía la fachada principal en la calle Méndez Núñez, hoy Juan Blancas. En ella hay un edificio central de dos plantas con un acceso porticado de tres arcos. En los extremos y haciendo esquina con las calles de San Luis y Cabanes, dos pequeñas edificaciones también de dos plantas, y entre ellos y el edificio central, dos naves de una sola planta, que probablemente albergarían las oficinas de la compañía. Haciendo fachada a las calles de San Luis y Cabanes se alzaban las dos cuadras para setenta caballerías cada una. 



El acceso de los tranvías se efectuaba por la fachada posterior que daba al Torrente de las Flores; allí una placa giratoria permitía el acceso a una puerta en el centro de la fachada, constituida por una nave alargada que probablemente albergaría los talleres auxiliares. 
Al no haber planta de las edificaciones desconocemos la distribución interior, aunque creemos por comparación con otras instalaciones similares que habría un amplio patio para el cuidado de las mulas, y un hangar para resguardar los coches, probablemente habría un carro transportador para distribuir los coches al interior del hangar.
Partiendo de las fachadas, y del plano de la línea de 1880, hemos trazado una hipotética distribución en planta de la cochera; la nave donde se alojarían los coches, quedaba condicionada por la entrada perpendicular a la línea, por lo que al no disponer de plano ni descripción de la misma hemos optado por situarla en el centro del patio, como edificación provisional, debido a la escasez de superficie y sabiendo que debía alojar un mínimo de 14 coches, el acceso al cocherón se haría mediante un carro transportador, recurso muy habitual en la época.
El resultado podría ser:






El Proyecto de Fernando Romeu  
Estas instalaciones pronto serían insuficientes y en agosto de 1888, Gerónimo Pujol, solicitaba una ampliación a dos plantas de la edificación del lado Méndez Núñez a fin de trasladar las oficinas al primer piso y convertir en almacenes la planta baja, el proyecto firmado por el arquitecto Fernando Romeu, muy probablemente no llegara a su construcción, aunque muestra algunas modificaciones de la planta baja que difieren del proyecto inicial.





La adquisición de la compañía con la consecuente centralización de oficinas en Borrell, harían innecesaria esta ampliación del edificio.

Estas instalaciones y según los inventarios publicados en la Gaceta de Madrid albergarían las siguientes caballerías:
Entre 1880 y 1892 no se especifican materiales ni bestias de tiro en los inventarios, por lo que solo podemos incluir la cifra inicial, a finales de 1902 ya se ven claramente los efectos de la electrificación, y en 1926, queda una pequeño reducto equino que correspondía mayoritariamente al servicio de línea aérea. Esta cuadra sería el ultimo reducto de tracción animal de los tranvías de Barcelona.

El parque de coches que albergaría esta cochera por sus dimensiones era muy reducido, y al fusionarse con la Barcelona Tramways en 1892, necesitó externalizar coches en las cuadras de San Salvador, al final de Torrent de l'Olla.

El inventario de 1892, muestra algunos detalles interesantes:

-conversión de 7 coches ómnibus en tranvías

-2 Jardineras construidas Olot

-73 coches ómnibus

-3 locomotoras

-200 arneses


Ya habíamos hablado en anteriores entradas de la conversión de coches Ripert en tranvías, así podemos suponer un mínimo de 22 coches de tranvía, las locomotoras indicadas, podrían ser los mecanismos que se ensayaron sin éxito para la conversión de los coches de tracción animal en automotores térmicos, y los ómnibus corresponderían a los Ripert, ex Compañía General y ex Condal, que se albergarían en la cuadra de la Barceloneta.



También la cochera albergaría el coche de John Stevenson NY, comprado tras la Exposición de 1888.

En el plano de alineaciones de Gracia de 1889, se pueden apreciar, algunas modificaciones en la estructura inicial. En primer lugar, aparece un chaflán en la esquina del Torrente de las Flores, con la calle San Luis. Por otro lado, aparecen diversas naves en el interior de la manzana, una alargada y adosada a las edificaciones de Torrente de las Flores, que suponemos sea una nave para alojar los coches, entre otras cosas, porque la estructura es muy similar a la del plano de 1937, y dos naves más, a continuación que podrían ser ampliación de las cuadras.
Creemos que al poco tiempo de la puesta en servicio del tranvía, se vería poco práctico el método de acceso por giratoria, y se haría un acceso por desviación con acceso en una puerta en el chaflán antes indicado.
Esto también obligaría a modificar el carro transbordador, y ampliaría considerablemente la capacidad de la cochera. 
El resultado podría ser:





En esta reproducción se ha mantenido el carro, la nave y la playa de vías correspondientes al dibujo trazado por A. García en 1937, en el que se ha modificando el acceso que tenía desde Bruniquer (Cabanes) por una entrada desde el chaflán de Calle San Luis. Sin duda desde 1888 hasta 1937 variaron muchos aspectos constructivos, pero la falta de documentación no nos permite llegar más lejos.
   La cochera tuvo que modificarse nuevamente en 1901 para dar servicio a los tranvías eléctricos, pero esta ya es otra historia...


viernes, 30 de mayo de 2025

Railes en Ferreries


      

   Hace unas semanas el Sr. Ramón Barberà, nos envió las fotografías de una sección de raíl, se trataba nada más y nada menos que un trozo de vía del tranvía de Roquetes a Tortosa, quizá el último vestigio real de la existencia de este tranvía.

Estas fotografías iniciaron una pequeña correspondencia con el Sr. Barberà sobre dimensiones de vía, quien además nos envió  un croquis dimensional del trozo de raíl y unos fragmentos de documentos del archivo de la Administración con dimensiones de la vía del tranvía.

Para completar la información, nos envió el enlace a la web de la revista MARFANTA, concretamente a un excelente artículo:

"El tramvia a sang de Roquetes i Jesús", escrito por Fernando Jaime Soler, y que aporta nuevos datos sobre este tranvía.

Se trata sin duda de una nueva oportunidad para volver al Baix Ebre.

Un trozo de raíl, superviviente del tranvía de Tortosa a Roquetas y Jesús.

Leemos en el artículo de "Marfanta", en 2013, que las obras de una zanja en "Quatre Camins (Ferreries)", descubrieron un tramo de vía superviviente del desmantelamiento de la línea efectuado a partir de 1929.

Las fotografías muestran una zanja de aproximadamente medio metro, y a unos 20 centímetros de profundidad los dos raíles de la vía tranviaria.

Este tramo de vía, correspondería a la sección a Roquetas y se encontraba tan solo algunos metros tras el desvío de la sección a Jesús.

Composición con las fotografías realizadas por Batiste Pla en 2013 en Quatre Camins, y plano con su ubicación.
En el escrito del Sr. Jaime Soler, se indica que la obra de construcción del tranvía fue dirigida por Alejandro Barber que usaría raíl de fabricación alemana. Se trata de raíl vignoles o T que, según el croquis, tenía 62 mm de altura y 59 mm de base y 36 mm de cabeza.

Hemos intentado clasificarlo, y para ello hemos usado las tablas de la ASCE traduciéndola a medidas métricas, aunque el resultado no es concluyente, ya que los carriles, de similares dimensiones, tienen similar base y altura, mientras que este tiene la base algo menor.

Considerando que el raíl tendría un considerable desgaste, y extrapolando proporciones standard de ancho y altura de cabeza, creemos que el raíl en origen debería medir 65 mm de alto y 59 mm de patín.

Las proporciones de un raíl T similar tomando la altura como unidad son:


Extrapolando, las medidas originales podrían ser:  

Sobre la procedencia del raíl existente, no la podemos asegurar, dado que en los 44 años de vida de la línea, es muy probable que la vía fuera reparada; tampoco hay ninguna inscripción o marca que indiquen el fabricante.

Finalmente, agradecer la labor de todos estos estudiosos de la historia reciente en Tortosa, que nos permiten reconstruir esta línea de transporte.

Recreación de plano de una sección de vía a partir de fragmento de documento de archivo de la administración.

Pueden consultar los artículos de Fernando Jaime Soler: en

el tramvia a sang de Roquetes i Jesús (I)

el tramvia a sang de Roquetes i Jesús (II)





miércoles, 21 de mayo de 2025

Nuevos tranvías de Gràcia, (dimensionado de la red, V)




Continuamos nuestra serie sobre las líneas de tranvía barcelonesas y sus dimensiones, con las líneas de Gràcia en los barrios del Coll y la Salud. Concretamente, el conjunto de líneas que la Compañía Nacional de tranvías proyecto entre los años 1906 y 1911.

Pero antes hablaremos de las calles por las que circularon.

La Travesera de Dalt.

 El santuario de Ntra. Sra. de la Salud, a la izquierda, la parada final del 24, en el cruce de la travesera de Dalt con la calle de Escorial.


El camino entre "els Josepets" y el término del municipio de Sant Martí, ya está documentado en mapas de 1815, ruta tradicional que mantendría su trazado hasta la actualidad.

A principios del siglo XX, y con la incorporación de los municipios de Gràcia, Sant Martí, Sant Andreu, entre otros, surgió la necesidad de mejorar las conexiones entre ellos. La municipalidad de Barcelona abre un concurso para la adjudicación de un plan de enlaces para complementar el plan Cerdà. El plan fue adjudicado al arquitecto León Jaussely de quien recibe el nombre, y que definió un conjunto de viales y trazados ferroviarios sobre el llano barcelonés.

Plano de los tranvías y ferrocarriles, correspondiente al plan de Enlaces de León Jaussely.


Uno de estos viales, denominado entonces "Passeig de Ronda", y que sería el que más adelante constituiría el primer cinturón de ronda, utilizó aquel camino como eje de su trazado.

  Ampliación del recuadro, en el plano anterior, sobre él hemos remarcado “el Passeig de Ronda” y las líneas de la C.N.T.  


Atravesando así la zona noroeste de Gràcia, concretamente el barrio de la Salud.

Aquella zona estaba en fase de crecimiento junto con el sector de Nuestra Señora del Coll y la zona del Monte Carmelo, donde Eusebio Güell, promovió una nueva urbanización, según el proyecto de Antoni Gaudí, que luego sería el Parque Güell.

Estas perspectivas de crecimiento propiciarían que las compañías de tranvía proyectaran sus vías por aquel sector; y en las últimas décadas del XIX, se proyectaron líneas entre Gràcia, Sant Martí y Horta que no llegarían a materializarse, pero con la llegada de la tracción eléctrica surgieron nuevos proyectos, algunos de los cuales sí llegarían a prosperar.

El tranvía de Plaza Rovira a Plaza Lesseps y su ramal al Parque Güell.

 La terminal del tranvía en la ronda de Dalt, en sus últimos años.

La Compañía Nacional de Tranvías, obtendría en 1906 la concesión de un tranvía desde la plaza de Rovira a la plaza de Lesseps,  con un ramal al Parque Güell por la calle de Larrard.

Gaceta de Madrid.—Núm. 276, 8 de octubre de 1906

Vista la instancia; provecto y resguardo de constitución de fianza, concesión de dos tranvías eléctricos en Barcelona para enlazar sus líneas con las de la Compañía de Barcelona, Ensanche y Gracia; a saber:

1.° Dé la plaza de Fernando de Lesseps a la de Rovira, por las calles Travesera de Dalt, Escorial, Camelias, Concordia y Torrente de las Flores, con un ramal al parque Güell por la calle de Larrard.

2.° Desde el paseo de San Juan, en su encuentro con la calle de Provenza, por la calle de Travesera, hasta enlazar en el Torrente de las Flores; esta Dirección general ha resuelto que se anuncie en la Gaceta de Madrid y en el Boletín oficial de la provincia de Barcelona la petición indicada, para que puedan presentarse otras con objeto de mejorarla, acompañadas de sus correspondientes proyectos y resguardos de constitución de fianza, -en el término de un mes, contado desde la fecha en que los anuncios se publiquen, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 81 del Reglamento dé 24 de mayo de 1878, dictado para la ejecución de la vigente ley de Ferrocarriles.

Madrid, 15 de septiembre de 1906.—El director general, F. Latorre.

"Els Jossepets", en primer plano y girando a la derecha el ramal a la cochera La Auxiliar, en el tramo de vía entre los dos tranvías, el tercer raíl de la concesión Parrish.

Por otra parte, la Compañía General de Tranvías, propietaria de las concesiones de Alfred Parrish o red de ferrocarriles y tranvías comarcanos, disponía de la concesión de una línea entre el Paseo de San Juan y la calle de San Felipe, atravesando las calles de Encarnación, Travesera de Dalt, y Alegría, coincidiendo en un buen tramo con la línea de la “Nacional”

Finalmente, la Compañía Nacional de Tranvías construyó el trazado de entre las plazas de Rovira y Lesseps, aunque de él solo llegó a explotarse el tramo entre la plaza de Lesseps y la calle Escorial. El resto del trazado sería desmantelado en diversas fases sin haber llegado a su explotación.

 Sobre el plano Martorell de 1928, en rojo la vía de la Travesera de Dalt.

Por otro lado, el tramo de acceso al Parque Güell, no llegaría a construirse, posiblemente a causa de que hacia 1909 ya se vio que la urbanización no prosperaría.

Creemos que en su lugar se realizaría el ramal de Nuestra Señora del Coll, para facilitar el acceso a aquella zona antes de la construcción del viaducto de Vallcarca. No hemos encontrado documentos correspondientes a la concesión ni a la construcción de este tramo.

Con respecto a las líneas de la "Red Parrish", tan solo llegaron a instalarse dos tramos de tercer carril, uno en "els Josepets" y otro en la confluencia de Escorial con Travesera de Dalt a modo de reservas de concesión.

Calle Escorial, muy tenuemente puede apreciarse la curva tranviaria con su tercer raíl.

Paralelamente a la construcción de estas vías, se edificó la cochera "La Auxiliar" para poder dar servicio a las nuevas ampliaciones, y se tendió un ramal técnico por la entonces calle de Santa Perpetua, desde "els Josepets", para darle acceso.

Plaza de Lesseps - Travesera de Dalt - Escorial.

  Tranvía de la línea 24 ascendiendo la Ronda de Dalt. En la foto puede apreciarse el cruce de la línea de Ntra. Sra. del Coll para enlazar con "Torrent de l'Olla", entonces ya fuera de servicio.   

El primer tramo que se puso en servicio, fue desde Plaza de Lesseps hasta la calle Escorial, el 9 de junio de 1909. Por él circuló la línea Atarazanas-Escorial, más tarde numerada con el disco 24.

Esta línea tendría algunas modificaciones en la posguerra, a causa de restricciones eléctricas y falta de material, dejando de surcar la travesera de Dalt el 10 de abril de 1962.

El dimensionado de la vía sería el indicado en la siguiente tabla: 



Travesera de Dalt -Larrard- calle de Olot.

Aunque este tramo nunca pasó del papel, lo hemos incluido, por formar parte de la concesión y por no existir muchas referencias a él.

El expediente 259 del "Arxiu Històric Administratiu" de Barcelona, incluye varios esquemas de los trazados propuestos, entre ellos el de la calle Larrard, el trazado se inicia en un desvío en la Travesera dirección Escorial, asciende en vía única hasta Ntra. Sra. de la Salud donde se inicia un apartadero hasta el cruce con la calle San Cugat, nuevamente en vía única hasta la calle de Mercedes donde hay un segundo apartadero, y finaliza con una curva a la derecha en la calle de Olot.

   Trazado del ramal a Parque Güell.  

El trazado hubiera tenido las siguientes dimensiones:




Travesera de Dalt -Nuestra Sra. del Coll- Bajada de Briz.

El barrio del Coll, a principios del siglo XX, se encontraba muy aislado y la construcción de este ramal tranviario, contribuiría sin duda a mejorar las condiciones de vida de su población.

Abierta al servicio el 18 de julio de 1911, esta vía que se iniciaba en la confluencia de la Travesera de Dalt con la calle de Nuestra Sra. del Coll, con un pequeño tramo desdoblado que convergería en vía única por todo el trazado, y volvía a desdoblarse poco antes de su final en la bajada de Briz con una vía de apartadero.

En 1946 fue modificada al conectarla con la vía procedente de "Torrent de l'Olla", así durante unos pocos años siguió el trazado de la línea del Ensanche en lugar del original por Gran de Gràcia.

   Ramal a Ntra. Sra. del Coll.

Esta modificación duraría apenas cuatro años y en 1950 volvió a su trazado por Gran de Gràcia, probablemente en esta última renovación, perdería sus apartaderos.

Por esta vía circularía el tranvía 25, el 38 lo sustituiría entre 1946 y 1950 y nuevamente el 25 circularía hasta su supresión el 23 de noviembre de 1962.

El tranvía 25 al final de su recorrido en el Coll.

En la siguiente tabla, podemos ver su dimensionado:


Finalizaremos con una anécdota de finales de los cincuenta que nos narró el Sr. J. Ibáñez: 

Íbamos en un 25 y al llegar al Coll, el conductor, paró el tranvía y se giró hacia los pasajeros, apoyándose en la controla con cara de sorpresa. Uno de los pasajeros le preguntó: ¿Hemos llegado? A lo que el conductor responde: "No lo sé, pero no hay más vía. Normalmente, conduzco un 59 y es la primera vez que llego aquí".

jueves, 1 de mayo de 2025

Tracción por inercia: Gyro bus


 

  Estábamos enfrascados en una nueva entrada de la serie "dimensionado de la red de tranvías", cuando se fue la luz...

No pretendemos ser una publicación de actualidad, habitualmente"nuestra  actualidad" tiene más de cien años, pero como a todo hijo de vecina, esta influye en nuestra forma de pensar y hacer.

El incidente del apagón, sus consecuencias y las explicaciones dadas por los técnicos, con referencia a las dificultades ante la recuperación del suministro energético, junto a la lectura de diversos artículos sobre una aplicación en el transporte público del volante de inercia, nos motivó a rescatar esta tecnología y dedicarle un espacio en "rails i ferradures".

Hace años un amigo y compañero de estudios, Antonio Zayas, divagando sobre las entonces embrionarias energías renovables, me habló de la energía mantenida por los volantes de inercia y su aplicación en el transporte.

El tema había pasado al cajón del olvido hasta  encontrar una fotografía de un autobús repostando energía en un poste, con un trole trifásico y una inscripción en el frontal del vehículo: GYRO BUS. La curiosidad motivó  buscar este término, dando un interesante resultado: el gyrobus era nada más y nada menos que una aplicación de la tecnología del volante de inercia en el transporte.

En proaktiva.eu, encontramos un extenso artículo que narra la historia y características de este vehículo.



El prototipo Gyrobus se construyó sobre el chasis de un camión FBW de 1932. El volante de inercia o giroscopio se situaba en el centro de este chasis, entre los ejes.

 Este disco, de 1,5 toneladas de peso y 1,6 m de diámetro, estaba encapsulado en una cámara hermética llena de gas hidrógeno a una presión reducida de 0,7 bares para reducir la resistencia del aire. El volante giraba a un máximo de 3000 rpm.

El principio de funcionamiento sería que el autobús se acoplaría a un pórtico elevado ubicado en paradas seleccionadas. Los troles de contacto se elevarían suministrando electricidad trifásica al volante de inercia a 380 V. Esta elección de voltaje permitía utilizar la red eléctrica normal, minimizando así las instalaciones técnicas necesarias. El volante de inercia también podía cargarse, enchufándolo a una toma de corriente. Este era el procedimiento de carga habitual en las cocheras.

El volante de inercia giraba mediante un motor asíncrono trifásico. Este mismo motor actuaba como generador al desconectarse de la toma de tierra. La elección de una máquina asíncrona sin escobillas contribuyó a reducir al mínimo la fricción dentro del conjunto del volante. Una vez en modo generador, la energía del volante alimentaba a un motor de tracción asíncrono de 52 kW, dispuesto longitudinalmente tras el eje trasero. Unos condensadores controlaban el par motor. La disposición podía invertirse, de modo que la energía recuperada por el motor durante el frenado o en descensos se devolviera al volante de inercia.(...) En condiciones normales, el Gyrobus podría cubrir de 5 a 6 km entre cargas (teniendo en cuenta las paradas y el tráfico). Una carga tomaría entonces de dos a cinco minutos. El autobús podría funcionar a hasta 55 km/h.

El chasis del prototipo fue carrozado por Carrosserie-Werken Aarburg (CWA), y las primeras pruebas se realizaron en varios lugares de Zúrich. El Gyrobus se inauguró en servicio público en las rutas de la VBZ en 1950.

Existieron, tres redes de gyrobus:

Yverdon a Grandson, (Suiza): gestada por la “Societé Anoyme Gyrobus Yverdon — Grandson (GYG) ” funcionó entre 1953 y 1960 en una línea de 4,5 km con cuatro puntos de recarga y tres coches.

Kinsasa, (República Democrática del Congo): La operadora, Société des transports en commun de Léopoldville (TCL), con una red de 4 líneas y 20 km de extensión y 12 gyrobuses, los mantuvo en servicio hasta la guerra de independencia de 1959.

Gante, (Bélgica). La empresa belga SNCV/NMVB. Explotó una línea entre Gante-Merelbeke con tres gyrobuses entre 1956 y 1959. Uno de estos vehículos se conserva en el museo del tranvía de Amberes.


Desgraciadamente, este sistema no consiguió abrirse en el mercado del transporte, lo que hubiera abaratado los costes de producción y consecuentemente mejorado su diseño, al mismo tiempo el bajo coste de los combustibles a finales de los cincuenta, (hasta la crisis del petróleo de los setenta), en comparación del coste de la electricidad, no favoreció su implantación.

El giroscopio, no dejaba de ser una peonza gigante, lo que genera una fuerza axial que estabiliza el vehículo. También este efecto giroscópico se materializaba en una conducción muy suave.

Otras aplicaciones del volante de inercia en el transporte.

El volante de inercia es un elemento básico que se usa como estabilizador energético en numerosos motores y generadores. Sus aplicaciones en el transporte son numerosas, una de ellas fue el monorraíl de Brenan.

En 1910, mucho antes que Gyrobus fuera concebido, Louis Brennan presentó en Londres un revolucionario tipo de ferrocarril.

Hace tiempo habíamos hablado de los monorraíles no suspendidos, que incluso tuvieron aplicaciones de tracción animal, donde el guiado y el soporte de la carga se realizaban sobre un único raíl, pero el vehículo precisaba de alguna rueda soporte adicional para impedir el vuelco. El ferrocarril de Brennan no solo era capaz de mantenerse perfectamente equilibrado en un solo riel, incluso completamente detenido, sino que también se inclinaba en las curvas para no perder velocidad.



Brennan presentó su primera patente de monorraíl giroscópico en 1903, y en 1907 consiguió completar su primer prototipo. En él un giroscopio le permitía mantener el equilibrio gracias al momento angular. Para mejorar su adscripción a las curvas, añadió un segundo giroscopio, conectando por un engranaje al primero para evitar que giraran en la misma dirección.

El monorraíl giroscópico estuvo listo en 1909, tenía más de 10 metros de largo, pesaba 22 toneladas y podía transportar hasta 15 toneladas.



Un motor de gasolina de 20 caballos de fuerza, proveía la energía de arranque y desplazamiento, accionando un generador que, alimentaba los motores eléctricos en los bogíes e impulsaba ambos giroscopios.

En 1910 fue presentado oficialmente al público en la Japan-British Exhibition, en Londres, pero no consiguió las inversiones necesarias para continuar. Uno de los inconvenientes de este sistema, era que cada vehículo precisaba de un giroscopio, no pudiendo remolcar otros sin él.

La firma suiza Oerlikon también fabricó locomotoras con tracción por volante de inercia para la tracción en zonas susceptibles a la presencia de atmósferas explosivas, como algunas industrias químicas, o la minería del carbón. La creación de motores eléctricos con blindaje especial para zonas con atmósferas explosivas, hizo innecesarias estas aplicaciones.

Finalmente, indicaremos que en la actualidad, existen aplicaciones de almacenamiento eléctrico basadas en volantes de inercia situados en subcentrales transformadoras, tienen la ventaja de que siendo completamente mecánicas, pueden actuar sobre equipos de corriente continua o alterna, no teniendo la limitación de las baterías que solo pueden operar en continua, además la naturaleza mecánica del sistema no genera residuos tan contaminantes como en el caso de las baterías de litio.